Lo primero es definir que la grasa corporal ocupa diferentes lugares, y diferenciar la subcutánea (bajo la piel) de  la Grasa ectópica (dentro de nuestros órganos) y la Grasa visceral (la que rodea por fuera los órganos internos)

¿Por qué es esto importante?, porque  cuando las dos últimas están aumentadas se convierten en factores de riesgo de diversas patologías; como síndrome metabólico,  resistencia a insulina, hipertensión y diabetes tipo II.

La forma más precisa de medir el nivel de grasa visceral es  a través de una tomografía computarizada o con una resonancia magnética, pero existe una forma más sencilla y bastante precisa que es la Balanza de Bioimpedancia  que además nos da otros parámetros adicionales

El índice de grasa visceral se evalúa en una escala que va de 1 a 59  siendo los niveles saludables cualquiera que esté por debajo de 12.

Es muy  importante saber cuánto de nuestro peso corresponde a la grasa y como está distribuida dentro de los órganos o alrededor de ellos por los riesgos que esto conlleva.

El peso saludable va más allá de la estética es principalmente salud a largo plazo.