Es un procedimiento rápido, sencillo y de la grasa propia, por lo tanto muy seguro y sin posibilidad de rechazo.

¿De dónde obtenemos la grasa?

  • Cara interna de los muslos.
  • Abdomen inferior.
  • Cara interna de rodillas.
  • Las células grasas de estas áreas tienen un comportamiento que les permite  sobrevivir mejor después de ser injertadas.
  • Otras zonas: flancos, espalda alta y baja, zona infraglútea.

Tener en cuenta:

  • Es importante no masajear ni tocar las áreas injertadas.
  • Recordar que siempre se coloca un pequeño porcentaje mayor de grasa pues puede haber una merma de hasta el 30% de lo injertado Por lo tanto a veces es necesario un segundo procedimiento para conseguir el resultado definitivo.
  • No es conveniente injertar cantidades demasiado grandes de grasa para evitar complicaciones como necrosis de la grasa.
  • En el área injertada evitamos el uso de cualquier tipo de aparatología a fin de no traumatizar las células grasas infiltradas para no afectar la supervivencia.