Meditar es un proceso natural y común, más frecuente de lo que pensamos, lo practicamos sin darnos cuenta, no tiene que ver con esoterismo, religión o cosa extraña.
Un claro ejemplo de meditación es cuando nos quedamos mirando el fuego de una vela o una fogata, ensimismados como si no pasara el tiempo…eso es meditar.
En realidad es como cualquier otro proceso biológico que sucede en el cerebro, y nos brinda múltiples beneficios.
Para comprenderlo recordemos que tenemos dos hemisferios que funcionan muy distinto:
• El izquierdo: Lógico, matemático, analítico racional, conoce el paso del tiempo.
• El derecho: es holístico, intuitivo, emocional, creativo, no conoce el reloj, ni el paso del tiempo.
El hemisferio izquierdo siempre trata de controlar y ordenar lanzando pensamientos intrusivos, y lo que buscamos con la meditación es resetearlo y distraerlo para que se mantenga ocupado con algún elemento como una luz, cuentas del rosario o respirando, lo concentramos en algo y lo “desconectamos”, así ponemos a trabajar el hemisferio derecho, el creativo y relajado y entra en un éxtasis llamado meditación durante el cual se produce muchos fenómenos como, un descenso de tóxicos en sangre, se producen una serie de hormonas como la serotonina (Hormona de la felicidad) las endorfinas (Hormonas del placer).
Para meditar no necesitamos nada especial, ni largas horas, tan solo un par de minutos, cerrar los ojos, practicar la respiración abdominal y concentrarnos en algo como la propia respiración (como el canal de aire que sale y entra por nuestra vía respiratoria) y mientras nuestro hemisferio izquierdo se concentra en eso permite actuar al derecho generando: Paz, Serenidad , Armonía y Calma
La meditación es un proceso biológico concreto que entre otras cosas permite tratar el Síndrome del stress, excelente medicamento sin efectos adversos y que no se compra en farmacias.
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