Los implantes mamarios son dispositivos biomédicos, inertes, biocompatibles y diseñados con tecnología muy avanzada para permanecer por un larguísimo tiempo dentro de las mamas de la mujer, no tienen agentes tóxicos ni dañinos en lo absoluto, además numerosos estudios médicos serios, no han encontrado ningún tipo de relación entre el cáncer de mama y los implantes.
Lo que sí es necesario es que toda mujer con o sin implante mamario debería realizarse el autoexamen mensual y la ecografía mamaria anual para las menores de 40 años y la mamografía para las mayores de 40, a fin de detectar tempranamente cualquier anomalía en sus mamas, desde un benigno quiste hasta una tumoración de otra naturaleza.
Y lo real es que la mujer que tiene un implante, es más cuidadosa, minuciosa y está más atenta a cualquier cambio en la normalidad de sus mamas y detecta antes cualquier situación que llame la atención en sus glándulas mamarias.
Es importante también recalcar que, ni la presencia de los implantes mamarios ni la cirugía en general influirán en los resultados de una ecografía, mamografía ni en la visibilidad del tejido glandular mamario.
Frente a la cantidad de dudas, mitos y verdades en torno a esta cirugía, la evaluación y el consejo de tu cirujana son vitales para juntas decidir la mejor alternativa para ti.